Ayer apareció en varios medios de comunicación una noticia cuanto menos absurda: una cadena de tiendas en Noruega (Coop Norway, originariamente danesa) retira del mercado 51 títulos de videojuegos de la saga "Call of Duty" y "World of Warcraft". ¿El motivo?, sencillamente porque son los juegos preferidos del asesino de Oslo, Anders Behring Breivik. El autor de la matanza de la isla de Utoya y del atentado bomba en el centro de Oslo confiesa en su manifiesto de 1.500 páginas "Declaración europea de independencia" que usaba "Call of Duty: Modern Warfare 2" a modo de entrenamiento.
Bueno, vamos allá...
Para los que no conocen el mundo de los videojuegos, la saga "Call of Duty" es una colección de videojuegos bélicos pertenecientes al género "Shooter" o "first person shooter", juegos de disparos en 1ª persona, es decir, en la pantalla no aparece el personaje que manejas sino que aparece directamente lo que el personaje vé con sus ojos, tú eres el protagonista en 1ª persona, contribuyendo así a que la experiencia sea más realista y personal. Son juegos ambientados en contiendas bélicas históricas o ficticias en los que has de matar a un montón de enemigos usando todo un arsenal de armas.
Sí, sin duda son un tipo de juegos en los que la violencia es mucha, pero también hay que señalar que esta violencia es virtual y que son juegos especificados para mayores de 18 años, en los que se advierte que no hay que reproducir en la realidad nada de lo que acontece en el juego.
A mí, que soy aficionado a los videojuegos (aunque reconozco que el género shooter no me atrae), me vienen toda una serie de preguntas a la cabeza ante esta noticia:
¿Por qué esos títulos en concreto?. Evidentemente la respuesta es que eran los videojuegos que Breivik utilizaba, pero no hay que olvidar que existen otros videojuegos muchísimo más violentos y que no se han retirado de las tiendas.
¿Por qué atacar a los videojuegos?. Los videojuegos violentos no son el único ámbito de la violencia, esta puede manifestarse en cualquier lugar y de cualquier forma. Sinceramente, creo que los videojuegos, el cine, el deporte y otras formas de entretenimiento violentas son el menor de nuestros males en esto de la violencia. No hay que olvidar que estas formas de entretenimiento están orientadas a unas edades específicas en las que se supone que tenemos el suficiente raciocinio para entender que se trata de una violencia ficticia, virtual, simulada y que no hay que reproducir en nuestras vidas.
Lo que a mi parecer es muchísimo más grave es la violencia diaria a la que somos acribillados los 365 días del año. Parece que la misión de los medios no sea la de informar sino la de mantener bien presente la violencia que ha sucedido, sucede y sucederá. Estoy al 100% seguro que en algún lugar ha sucedido algo bueno y edificante susceptible de ser anunciado, sin embargo en nuestros medios parece que sólo tienen cabida noticias de desastres: corrupción política, crisis económica, desastres climatológicos, robos, asesinatos, atentados, violencia de género, pateras de inmigrantes... Que se reproduzca la violencia con tanta insistencia responde al inequívoco deseo de convertirnos en personas atemorizadas, pero se corre el riesgo de que haya quien, en vez de atemorizarse, haga suya esta violencia y la reproduzca. Y otra forma de violencia de la que tampoco se queja nadie es la presencia de contenidos de efecto analfabetizante que constituyen todo un ataque contra la educación y un delito contra la salud mental pública.
El problema no es que Breivik jugara a videojuegos violentos, el problema es que Breivik era un enfermo mental lleno de odio a causa de una concepción de la realidad desfigurada. ¿Y cómo tomamos concepto de la realidad?. La educación que recibimos así como la realidad que los medios nos muestra tienen un gran peso en nuestra concepción.
¡Ah, se me olvidaba!, sobre todo no os olvideis de consumir productos del todo prescindibles.
Atemorizados, analfabetos y consumidores...
"Por favor Salvamé" |
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