Soy el Nadie. "Blog de destrucción masiva" es tan sólo un juego de palabras que espero no sea malinterpretado, no pretendo destruir nada. Mi intención con este humilde blog es, entre otras cosas, poner en duda el patético discurso social promovido por los medios de comunicación. Supongo que el blog será una especie de cajón de-sastre que contenga no la famosa tuerca que a más de uno le falta sino las tuercas que me sobran, que son unas cuantas.
Paso de los "paraísos artificiales", paso de la cultura del éxito norteamericana y de las estrellas que esta produce. Paso de la "fiesta", de las modas y de la campaña de consumo, terror y analfabetización de los medios de comunicación. Soy todo un experto en perder trenes y coger resfriados así que Andy Warhol: mis 15 minutos te los puedes meter por el culo, que yo no los quiero. ¡Ah sí!, también desperdicié un lustro de mi vida estudiando una carrera universitaria, tengo mal despertar y soy muy maniático (no confundir con maníaco). Aparte de todo esto, soy buen chaval.
Hechas las presentaciones, me despido hasta que considere algo lo suficientemente importante como para escribir aquí sobre ello. Hasta entonces finalizo mi primera entrada a este blog con las sabias palabras de Ignatius Reilly: "Su total ignorancia de lo que profesa enseñar merece pena de muerte. Dudo que sepa usted que a San Casiano de Imola le mataron sus propios alumnos atravesándole con sus estilos. Su muerte, un martirio perfectamente honorable, le convirtió en santo patrón de los profesores. Encomiéndese a él, tonto extraviado, pseudopedante, pues necesita usted realmente un santo patrón. Aunque sus días están contados, no morirá usted como un mártir (pues no defiende usted ninguna causa santa), sino como el perfecto imbécil que en realidad es". Extraído de La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
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