La televisión que nos merecemos.

Todos hemos sido testigos, durante estos últimos días, del absurdo debate que pone en duda la transparencia y la imparcialidad de la televisión pública en España. Y digo "absurdo" porque se reclama una imparcialidad que no ha existido nunca. La televisión pública española ha sido siempre, para desgracia de la profesionalidad y la objetividad en los medios, un instrumento del partido político de turno que haya gobernado en España, ya sea PSOE o PP. Cualquiera que tenga dos dedos de frente o un poco de memoria se deberia sorprender de las recientes denuncias del PP, puesto que automaticamente a todos nos vienen a la mente tanto la televisión pública durante su anterior mandato (Urdaci y la publicidad subliminal) como los actuales canales autonómicos de las Comunidades Autónomas de Madrid o la Comunidad Valenciana gobernadas por ellos (TeleMadrid y Canal 9 respectivamente), también públicos y en los que la falta de imparcialidad es aún más evidente que en RTVE. Y ya no entro en los canales privados, porque estos, como empresa privada que son, responden descaradamente a los intereses e ideologia de sus propietarios.

Y, dejando aparte el absurdo debate de la imparcialidad de los medios, qué decir de los contenidos de los canales de televisión. Esta es la parrilla televisiva que nos ofrecen: programas del corazón, reality shows, telediarios plagados de malas noticias, todo ello de un nivel de calidad avergonzante y aderezado, eso sí, con muchos anuncios. Una campaña de idiotización, aterrorización y consumo en toda regla.

Pero es que esta es la televisión que nos merecemos. No soy muy partidario de ver la televisión pero si nuestro sistema educativo no genera individuos que denuncien este tipo de parrilla televisiva y demanden una televisión como ha de ser (objetiva, educativa y de calidad) es que aquí falla algo.

Imparcial o no, a la porra con la televisión !!!