martes, 31 de diciembre de 2013

Bye bye 2013 (y no vuelvas)


Instrucciones de uso: apriete el play del vídeo que adjunto y a continuación simplemente lea. 




Acaba el año. El 2013 ha sido otro año para olvidar, o al menos eso nos han querido hacer creer. Porque digo yo que constantemente suceden cosas, buenas y malas, pero los responsables de contenidos de los medios de comunicación parecen empeñados en darnos a conocer únicamente las malas.

Dicho esto, decir también que afronto el fin de año enfermo y sólo. Pero la verdad es que no me importa ni lo más mínimo. Mientras que a mí una gripe, constipado, resfriado, galipandria o trancazo, llámenlo como gusten, me ha dejado fuera de combate, el resto de mi familia se reúne en estos tiempos de “bonanza económica” para despedir el año con otra comilona. Y con esta ya van... déjenme que haga cuentas... nochebuena, navidad, San Esteban y nochevieja... cuatro despilfarros en nombre de la tradición, de la religión y del consumo.

Creo que de lo anteriormente leído muchos de ustedes llegarán a la conclusión de que soy el raro de la familia, una persona antisocial, un aguafiestas en definitiva. Yo lo veo de otra forma: no soy raro, únicamente suelo pensar al contrario de la mayoría de la gente. Y no me considero un ser antisocial ni un aguafiestas. Como ateo convencido comprenderán ustedes la gracia que me hace el componente religioso de estas fiestas. Aparte, las convenciones sociales me superan: ¿por qué reunirse todos los años en las mismas fechas y no un 29 de febrero o un 32 de agosto?. Muchos de ustedes estarán pensando: “muy sencillo, por tradición”. Pues déjenme que les diga tres cosas: JA, JA y JA. Así como el capitalismo y el consumismo nos han ido introduciendo celebraciones como Halloween o Santa Claus en nombre del dios dinero nada les impediría conseguir que en un futuro celebrásemos cualquier gilipollez en la fecha que ellos desearan.

Y finalmente esta el sentido común, los famosos dos dedos de frente que al parecer les faltan a muchos. Porque ¿cómo esta el patio?. Muy mal ¿verdad?. ¿Entonces a que viene todo este despilfarro?. Quien las este pasando canutas evidentemente no celebrará una mierda pero me apuesto un ibuprofeno y medio paracetamol a que todos los que viven muy justitos económicamente hablando se van a poner de gambas, turrón y cava hasta los ojos.

Adiós a todos. Esta noche, entre tos y tos, no me pienso comer las uvas. Bye Bye 2013.

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