martes, 3 de mayo de 2011

La Operación Gerónimo.


Lugar: la Casa Blanca. Presidente y vicepresidente de los EE.UU. siguen en directo una operación militar destinada a asesinar a un peligroso terrorista. A través de una pantalla el jefe de la CIA les va informando de los detalles. Los minutos se hacen eternos, el presidente asiste con rostro de piedra mientras el vicepresidente pasa entre sus dedos las cuentas de un rosario...

-Jefe de la CIA: "han alcanzado el objetivo. Tenemos contacto visual con Gerónimo. Gerónimo EKIA (Enemy Killed In Action)".

-Presidente de los EE.UU.: "Le tenemos".

Esto, que parece el argumento de una película mala de acción, es lo que más o menos sucedió ayer en la Casa Blanca durante la operación bautizada como "Gerónimo" en la que un comando de los EE.UU. asesinó, o al menos eso aseguran, al terrorista Osama Bin Laden.

Es curioso como el subconsciente traiciona a los americanos: bautizar como "Gerónimo" (uno de los jefes indios americanos) a una operación cuyo objetivo es el asesinato de un peligroso terrorista es cuanto menos poco afortunado e indicativo de sus intenciones. Continúan arreándole (aunque sea lingüísticamente) a los pobres indios, los auténticos americanos, indígenas que fueron progresivamente exterminados cuyos pocos supervivientes acabaron confinados en reservas.

Pero, en fín, independientemente de este detalle lingüístico, y remarcando mi total y absoluta condena del terrorismo, al día siguiente de la operación Gerónimo de los EE.UU. lo único que hemos recibido son las muestras de júbilo del pueblo norteamericano y este argumento de película mala. Ninguna explicación sobre por qué el objetivo de la operación era asesinar y no capturar a Bin Laden para que respondiese por las muertes del 11-S en un juicio, ninguna explicación coherente sobre por qué su cadáver fue arrojado al mar, ninguna prueba fehaciente de que, efectivamente, Bin Laden está muerto. Al día siguiente de la operación Gerónimo, esta continúa siendo un crímen de Estado en toda regla que, para más vergüenza, ha sido aplaudido por la comunidad internacional (incluido, por supuesto, nuestro gobierno de España). Incluso los asquerosos nazis dispusieron de un juicio: los criminales han de ser juzgados. Esto no es justicia sino un acto de venganza y la violencia sólo engendra violencia.


Germen del odio: aviso, es contagioso.

2 comentarios:

  1. Es tu opinión y por lo mismo es respetable, pero claro eso no dice que tengas razón, el mundo esta un poco mas tranquilo sabiendo que mientras dormimos y hacemos nuestras vidas normales hay gente que se preocupa y arriesga su propia vida para que podamos seguir así y no es el hecho que que hayan acabado con bin laden es el hecho de que estan constantemente alerta y con los brazos en alto, ellos no van a estar pensando el que dirán o si hacemos esto nos criticaran, es fácil criticar desde nuestro cómodo lugar en nuestras seguras casas

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  2. Sí, es mi opinión pero dá la casualidad que mi opinión es lo que dice la ley: que a un criminal o delincuente hay que detenerlo y juzgarlo. Lo que los EE.UU. han hecho es saltarse la ley, como de costumbre, y matar a un terrorista, que por muy terrorista que sea la ley dice que ha de ser juzgado para que responda de sus crímenes. Entiendo la rabia que debe sentir el pueblo norteamericano por los lamentables hechos del 11-S pero ¿no te parece que esta forma de actuar puede traer peores consecuencias?. Desde el mismo momento del asesinato de Bin Laden ya se empezó a hablar del temor a futuras represalias por parte del fundamentalismo islámico. El que crea que ahora puede estar más tranquilo es un ilúso, la forma de actuar de los EE.UU. es premeditada y responde al interés de crear un clima de histeria respecto el terrorismo que vea con buenos ojos su intervencionismo en otros países. Los motivos de este intervencionismo, disfrazados de lucha contra el fundamentalismo o la emancipación de los pueblos, responden a intereses económicos.

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